es un espacio cerrado, en el cual podemos mantener las condiciones ambientales necesarias para la fructificación:
El cubículo: puede ser un acuario, una caja de plástico, una estantería en un rincón a la trastera cubierta con una lámina de plástico transparente... Lo importante es que no deje escapar la humidad, pero que deje penetrar la luz.
Humidad: Para mantener las condiciones de humidad adecuadas (entre 90 y 100%RH) lo recomendable sería un humidificador. La mayoría de los humidificadores (especialmente los más baratos) no suportan humidades tan altas, por lo cual sería indicado colocarlos al exterior de la cámara. Una pequeña modificación del aparato permitirá anexar a la salida del vapor un trozo de manguera que conducirá el vapor a la cámara.
Ventilación: La falta de ventilación hará que el pie de las setas se alargue, mientras que el sombrerillo se quede pequeño. Y en el caso de las Girgolas es el sombrerillo que nos interesa. Por esto que considero de gran importancia poder utilizar un ventilador, o según el tamaño de la cámara: varios ventiladores. Habrá que limpiar a menudo estos ventiladores (las esporas se acumulan dentro y si no los limpia los ventiladores podrían quemarse.)
Luz: teniendo en cuenta el alto nivel de humidad dentro de la cámara, no sería mal que la fuente de luz se quede fuera del cubículo.
Temperatura: aunque es bastante fácil subir la temperatura, bajarla puede ser un
problema. Un sistema de aire acondicionado no solo bajaría la temperatura, pero bajaría
también la humidad, y esto no nos interesa. Una solución elegante la encontrará en el youtube
siguiente:
Yo opté por una solución menos elegante: puse botellas de plástico con agua
congelada delante del ventilador. No olvide: el aire frio pesa más que el aire caliente, por
lo cual: ponga el ventilador y el hielo en una posición elevada.
Cuando empiece a experimentar con el cultivo de setas era en el mes de agosto, y tenía una sola bolsa colonizada. Así que utilicé una vieja nevera. Monte dentro:
Deje la puerta entreabierta y baje la temperatura a unos 17 -18°C.
De hecho mi
intención era bajarla hasta unos 15 °C, porque así dice en los libros. Pero funcionó con los 18°C, y
funcionó con los 20°C también.
Más tarde cuando ya sabía cómo van las cosas improvisé una cámara de fructificación utilizando unas
estanterías antiguas, que cubrí con una lamina de plástico cubretodo (de las que se utilizan para
cubrir los muebles cuando pintamos la casa.)
Entre estantería y estantería puse unas barras metálicas y de estas colgué las bolsas.
Para bajar la temperatura utilicé botellas de plastico con agua congelada que puse delante del ventilador.
Y funcionó.
El aire frio pesa más que el aire caliente. Por lo cual no fue una mala idea poner el ventilador y las botellas con hielo en una posición elevada.